8.11.06

Los Generales de Epes

Nunca se empieza una batalla tarde,
las penas siempre llegan enseguida,
tu siempre pides para nunca darme,
yo solo pido lo que tu me quitas.

Y el cielo que revienta de repente,
como un infierno que llego deprisa,
tierra cobarde que a nadie defiendes,
pero no lo saben... pero no lo saben.

Esa bandera siempre huele a sangre,
triste paisaje... todo de cenizas,
distintas guerras... distintas ciudades,
el mismo fuego que quemo gernica.

Tu crees que estoy cantando en el desierto,
yo se que solo muere lo que olvidas,
hay corazones llenos de agujeros,
pero no lo saben... pero no lo saben.

Todo lo que no se ve,
lo que nadie nos conto,
lo que se quedo en la piel,
la memoria del dolor.

Que le den al general,
la medalla de cartón,
se la tienen que clavar,
en mitad del corazón.